domingo, 12 de diciembre de 2010

Cada palabra escrita, será escrita con la seguridad del no error

Se amontonan los recuerdos uno tras otro empujando al siguiente, cada uno intentando liberarse para volverse melancolía, en perfecta amalgama con la soledad se convierten en un veneno letal que desangra los ánimos del más impetuoso de todos, la devastación es inminente y un anémico cuerpo yace moribundo, siente que cada una de sus fuerzas se marcha velozmente hasta el punto de pensar que desistir es mejor, se ha extinguido la llama que alimenta su  vida…la eternidad de las horas recae con avasallante peso y hace estragos, el sublime placer de la autodestrucción se hace presente en cada molesto lapso de perpetuidad, con largos suspiros, retoman con fuerza las ganas de levantarse, aturdido por el golpe, lo que era un exangüe cuerpo recobra con extrañeza el color que poseía y no solo eso, también sus más profundos deseos, cada tristeza lentamente se va volviendo una aplastante masa amorfa que rueda sin dirección alguna, solo rueda y lo hace sin piedad, solo espera por un obstáculo que destruir, cada motivo que mengue lentamente la confusión se transforma en el acto en una adicción incontrolable, cualquier excusa es ahora válida para abandonar un cerebro, uno lleno de pensamientos… en un punto se desvanecen el tiempo ha cumplido su objetivo…arrasar y deshacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario